Wilton García Peña desde pequeño había desarrollado un amor y fascinación por las abejas. Pasaba mucho tiempo observando a su abuelo, quien era apicultor, cuidando y trabajando con las colmenas de abejas.
Wilton se quedó huérfano de madre con tan solo tres años de edad, y se crió con su padre y 5 hermanos. Empezó a trabajar a los 13 años conchando en un motor, actividad que desempeñó por 15 años “buscándose el moro” también trabajó “echando días” como dicen en el campo, tumbando cacao, recuerda que cuando estaba en el monte le encantaba sacarle la miel a las colmenas que encontraba con humo, y al volver a vivir su niñez haciendo esto decide trabajar con las abejas a tiempo completo.
A Wilton siempre le gustaron las abejas, se siente un apasionado de ellas y decidió emprender su propio camino en la apicultura. Siguiendo los consejos y enseñanzas de su abuelo, hizo sus propias cajas y comenzó a cuidarlas con mucho cuidado y dedicación.
A sus 28 años emprende “ Venta y Producción de miel Wilton”, motivado por la fascinación que le tiene a este negocio desde su infancia. Inició con 10 cajas de abejas, y hoy en día posee 240 cajas, de las que extrae tres barricas de miel al mes.
Wilton saca de las tres barricas 165 galones de miel que vende a RD$1,300 cada galón de contado, actualmente tiene clientes fijos en San Francisco, Bonao y Santiago así como en otras comunidades quienes prefieren su producto por su buena calidad.
Este negocio tiene 8 años funcionando con éxito y cuenta con 5 empleados fijos, entre ellos uno de sus hermano que trabaja como ayudante, resalta que gracias a su emprendimiento ha podido hacer su casa, la educación de sus hijas quienes tienen 2, 8 y 13 años y comprar animales para revenderlos, lo cual es otro ingreso adicional.
Sus planes para los próximos 12 meses es adquirir su terreno para producir la miel , ya que el que tiene actualmente es rentado, también quiere tener más cajas para una mayor producción y así expandir su venta a otras partes.
Wilton es un ejemplo de cómo la pasión y el conocimiento transmitidos de generación en generación pueden inspirar a los jóvenes a emprender caminos significativos. Nos comenta que a través de la enseñanza de su abuelo, encontró su vocación en la apicultura y se convirtió en un protector de las abejas y un proveedor de productos naturales saludables.